Actualmente, el interior de la plaza constituye una "zona muerta": los recorridos se concentran en el perímetro, siendo muy poca la actividad en el interior, quedando un espacio vacío sin sentido. La idea principal del proyecto consiste en evitar dicho espacio muerto, resultando una plaza capaz de ser vivida por igual en toda su extensión. Para ello se procede mediante determinadas estrategias de actuación en el espacio:
1- Pavimento de hormigón. A partir de la relevancia de los comercios en planta baja en esta plaza y calles adyacentes, se propone una conexión entre los distintos locales. Esta conexión se materializa a través de un pavimento continuo de hormigón con un dibujo a modo de juntas en el mismo que invitan al transeúnte a dirigirse a los escaparates.
2- Pavimento de granito. El espacio junto a las fachadas de los edificios, donde se concentran actualmente los principales recorridos, se pavimentará con granito gris, dando continuidad a las calles adyacentes, del mismo material.
3- Jardineras. Para evitar la aparición de los mismos recorridos actuales, se propone la situación estratégica de jardineras, que con una forma intencionada, pretenden dividir los recorridos y dinamizar el espacio de la plaza. Así, estas jardineras quedan a una distancia de dos metros de los portales de los edificios, creando ámbitos susceptibles de ser usados por los residentes habituales.
4- Agua. Dos láminas de agua vinculadas a las jardineras continúan con el intento de crear nuevos recorridos.
5- Bancos. Tres grandes bancos corridos atraviesan toda la plaza. Presentan una superficie cambiante que se va curvando y enrasando con el acabado de la plaza, creando zonas de paso a través de ellos: nuevos recorridos que invitan a recorrer la plaza por su zona central, dando vida a este espacio.
[memoria del proyecto]
Autor: Marcos Belmar Rodríguez
Autor: Marcos Belmar Rodríguez
